Estás hablando con una persona y, de repente, ves que se frota las manos. ¿Qué significa esto? ¿Qué revela este gesto acerca de sus emociones e intenciones en ese momento? Te lo voy a contar, porque no hay una única forma de frotarse las manos y, por lo tanto, la interpretación puede variar en función de un par de detalles.
Te encuentras con una amiga un día por la calle y, tras un rato charlando, la invitas a que se pase el fin de semana por tu casa, porque has llenado la piscina y va a hacer buen tiempo para darse un chapuzón al sol.
Ella te responde: “¡Me encantan las piscinas!” [frotándose las manos rápido]. ¿Cómo interpretarías tú este gesto en este contexto? Te doy opciones:
- Tiene muchas ganas de venir y se prepara mentalmente.
- Ha recordado algo agradable en relación con una piscina en ese momento.
- Ha respondido algo genérico y se prepara para huir.
Pásate ahora por la sección de comentarios para hacer tu apuesta. ¿Crees que la interpretación correcta as la a, la b o la c?
… ¿Lo tienes? ¡Vamos allá!
Se frota las manos: ¿Pero rápido o lento?
¿Qué significa esto de frotarse las manos? Tal y como explican los expertos en lenguaje corporal Allan y Barbara Pease en su obra The Definitive Book of Body Language, frotar las palmas de las manos es una forma de comunicar expectativa positiva. Tu amiga está deseando que llegue el fin de semana para pasarse por tu piscina. ¡Es algo bueno!
Puedes ver este mismo gesto en el autor que está a punto de comenzar la presentación pública de su obra. O en el abuelo que está sentado a la mesa ansioso por que llegue la comida. O también en la asesora de imagen que se dispone a comenzar con su análisis.
El gesto de frotarse las manos refleja una expectativa positiva, es decir, una preparación mental para algo apetecible, cuando el movimiento es relativamente rápido… como si albergara un puñadito de ansiedad entre las manos.
¿Pero qué ocurre cuando el movimiento es más lento? ¿Qué esconde el gesto de quien se frota las manos lentamente?
Este gesto también esconde una expectativa positiva, pero sólo para la persona que lo reproduce. El frote de manos lento esconde astucia, esconde un plan, tal vez un intento de manipulación. Es muy diferente al entusiasmo inocente del frote de manos rápido.
Si vas a la consulta de un cirujano plástico para algo concreto como retirar unos bultitos de grasa que te salieron en los párpados y, al examinarte, el cirujano se frota lentamente las manos mientras te comenta algún otro detallito que también se podría retocar… es probable que ese doctor no esté pensando en ti y tu resultado, sino en tu cartera.
En el Capítulo 7 de mi libro “Tú Dejas Huella” te cuento cómo suscitar interés y captar la atención a través de tu lenguaje corporal. Y hay un subapartado completo sobre el lenguaje corporal de los brazos y las manos. No te lo pierdas.
Frotarse las manos en el contexto comercial
Si tú te dedicas al mundo de las ventas y ofreces un producto que realmente mejora la vida de tus clientes, evita el gesto de frotarte las manos lentamente. Pues el subconsciente de tu potencial cliente interpretará que intentas colarle un producto que no lo va a ayudar, sólo para tú poder quedarte con su dinero. Este es el gesto por excelencia de la manipulación, y nuestro subconsciente lo capta a la primera.
Por otro lado, si mientras muestras tu producto a un cliente, ves que éste se frota las manos rápidamente, le está gustando lo que ve. Es probable que cierres esa venta.
La importancia del contexto
¿Es esto siempre así? ¿El hecho de frotarse las manos denota siempre una expectativa positiva con o sin manipulación dependiendo de la velocidad del gesto?
Pues como ocurre con toda la ciencia de la comunicación no verbal, esto es así cuando se trata de gestos emocionales. Pero a veces, los gestos simplemente esconden una sensación física. Si una noche fría una mujer te mira mientras se frota las manos rápidamente, es posible que no se esté preparando mentalmente para nada contigo. Tal vez simplemente tiene las manos frías e intenta calentarlas.
Y si un hombre entra en un hospital frotándose las manos lentamente, tal vez no está tramando nada peligroso, sino que se acaba de echar gel desinfectante en la puerta. Es muy importante valorar siempre el contexto para no cometer errores de juicio en esas situaciones en que el lenguaje no verbal no habla de emociones, sino de aspectos puramente físicos o prácticos.

Se frota las manos retorciendo los dedos
Y para terminar, vamos con una forma muy concreta de frotarse las manos: retorciendo los dedos de forma más o menos intensa.
Cuando ves que una persona se está retorciendo los dedos mientras se frota las manos, la interpretación es muy diferente a la que haríamos si simplemente se frotara las manos. Es este caso se trata de un gesto de nerviosismo. Cuando estamos nerviosos por alguna razón, nuestro cerebro nos pide oxitocina para autocalmarnos. Y la oxitocina la obtenemos del contacto físico. En situaciones donde nos sentimos inquietos, inestables, el hecho de aplicar autocontacto físico de forma intensa, aplicando presión, los aporta esa sensación de estabilidad y arropamiento que nos ayuda a calmar los nervios.
Si te interesa el lenguaje corporal del nerviosismo, te recomiendo mucho un vídeo previo donde te hablaba de los gestos que indican nerviosismo. Te lo dejo por aquí, para que no te lo pierdas:
Y te dejo también un botón de acceso al Campus de Poder Personal, para que te unas a mi alumnado en el desarrollo de algunas de las competencias más poderosas.
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