Se van a reír de ti cuando te pongas ante la cámara y grabes un vídeo para tus redes sociales.
Probablemente eres consciente de esto, y por eso nunca has querido crear contenido en vídeo. Porque se van a reír de ti. Y salvo que tu contenido sea cómico y busques, precisamente, generar risas, eso a ti no te apetece demasiado.
Y tal vez habrías preferido que yo apareciera aquí y te dijera: “No, hombre, nadie se va a reír de ti. Lo vas a hacer muy bien”.
Pero… lo cierto es que se van a reír de ti. Si consigues que tu vídeo llegue a bastante gente, va a haber alguien que se ría de ti. Y esto no depende de que lo hagas mejor o peor. Puedes ser un crack ante la cámara, un comunicador excelente, un profesional indiscutible. Que aun así, casi seguro que alguien se ríe de ti en algún lugar.
¿Cuánto te importa a ti eso? ¿Eres la clase de persona que deja de hacer lo que quiere por si alguien se ríe? ¿O eres la clase de persona que tiene claro lo que busca y no se deja frenar por quien no le aporta? Ambas opciones son válidas, pues somos humanos. Deja tu respuesta en un comentario.
Si sueles ser de los primeros, no pasa nada. Vamos a darle una vuelta a esto.
La cuestión es “¿quién se va a reír de ti?”. Cuando tú ves un vídeo de alguien, por ejemplo uno de mis vídeos, ¿tú te ríes de la persona que está hablando ante la cámara? ¿Te ríes? “Jaja, qué raro habla” o “Mira qué feo es, jaja”. Probablemente no.
Y si te paras a pensar en la clase de persona que sí lo hace, que sí tiene esa actitud y esa tendencia a reírse de otros o a ridiculizarlos, te darás cuenta de que son una minoría que no te interesa lo más mínimo.
Hay una razón por la que tú sabes que quieres crear contenido en vídeo. Tal vez para expresar tu creatividad, para compartir tus pensamientos, para hacer crecer tu negocio, para ayudar a personas con lo que sea que tú puedes hacer por ellas…
Y probablemente en ninguno de esos casos te interesa tener en tu comunidad al tipo de persona que se dedica a reírse de otros y a ridiculizarlos. No es ni el seguidor de redes que te apetece, ni el cliente que buscas para tu producto o servicio, ni es para quien haces lo que haces.
De modo que si tú te pones ante la cámara para hacer lo que sabes que quieres hacer, el hecho de que una persona en algún lugar del mundo se pueda reír de ti, no te afecta lo más mínimo. Esa persona no tendrá nada mejor que hacer que reírse de tu vídeo. Pero tú tienes un objetivo, y lo vas a hacer realidad. La decisión de luchar por lo que quieres no la vas a dejar en manos de esa persona desconocida que no sabes ni si existe ni en qué lugar del mundo está.
No le vas a dar ese poder porque tú sí tienes mejores cosas que hacer que darle importancia a alguien que, en lugar de perseguir sus sueños, prefiere reírse de los tuyos.
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