Ser una persona aburrida es una faena. Porque cuando eres una persona aburrida, tienes todas las de perder en las relaciones personales. Y lo peor… es que las personas aburridas casi nunca saben que lo son. Ni siquiera cuando les ponemos delante de su cara todas las señales habidas y por haber de que nos está aburriendo.
Pero no te preocupes. Si te ocurre a ti, tienes la posibilidad de pasar de ser una persona aburrida a ser una persona carismática, con un increíble atractivo social,… una persona memorable y con quien todo el mundo se quiere relacionar. Y hoy yo te voy a explicar exactamente cómo conseguirlo de forma rápida.
Si quieres trabajarlo más en profundidad, te recomiendo el Curso Experto en Influencia y Persuasión, que tienes incluido en el Campus de Poder Personal. Te dejo el enlace al Campus: https://www.30kcoaching.com/poderpersonal260520 Ya sabes: Precio simbólico de $12/mes y tienes acceso a capacitaciones impresionantes. Te lo dejo por aquí arriba y en la caja de información. Pero vamos a empezar con esto, porque vas a notar una diferencia abismal si lo aplicas.
Vamos allá con los 5 trucos que comparte el equipo de investigación Science of People para pasar de ser una persona aburrida a ser una persona con quien da gusto hablar. ¡Empezamos!
1: Implica al cerebro de la otra persona
Implica al cerebro de la otra persona para no ser una persona aburrida. El biólogo molecular de la Universidad Estatal de Washington John Medina explica que nuestros cerebros son como bebés hambrientos. Demandan bocados interesantes todo el tiempo. De modo que cuando quieres dejar de ser aburrido, necesitas activar el cerebro de la otra persona. Literalmente, lo que tienes que hacer es implicar a la otra persona a un nivel emocional.
Y es que la mayoría de las interacciones sociales son como guiones planos. Mantenemos las mismas conversaciones aburridas una y otra vez con diferentes personas, y estamos tan acostumbrados a ellas que las reproducimos en piloto automático con una casi inexistente implicación cerebral.
Entonces, lo que necesitas es dar pequeñas descargas eléctricas (metafóricas, por supuesto) al cerebro de la otra persona. Necesitas darle impulsos, chispas que hagan que su cerebro: primero, se sorprenda (y ahí entra en juego la emoción), y segundo, se estimule. Haz que lo utilice, que use su cerebro cuando habla contigo. Y de ese modo, es imposible que esa persona se aburra.
¿Y cómo lo hacemos? Pues, para empezar, deja de utilizar guiones sociales precocinados. Generalmente, vamos a una fiesta, a un evento de networking, o nos presentan a alguien en un contexto informal, y tenemos siempre las mismas conversaciones aburridas y hacemos siempre las mismas preguntas aburridas…
- ¿Qué tal el trabajo?
- ¿A qué te dedicas?
- ¿De qué conoces al anfitrión?
Aburrimiento absoluto. Son conversaciones predecibles y no estimulan el cerebro de nadie.
En lugar de eso, lo que te propongo es que, una vez te hayas presentado (ya sabes, “Hola, qué tal, soy Sandra”). Inicies la conversación con una pregunta que descoloque a su cerebro. Te voy a proponer 3 ideas de preguntas descolocadoras:
- “¿Cuál ha sido la mejor parte de tu semana?”. No es una pregunta complicada. Sin embargo, va a ser, sin duda, una pregunta que su cerebro no se espera. Se va a quedar como “oh!… la mejor parte de mi semana!?”.
- La siguiente pregunta que quiero que pruebes es esta: “Aparte del trabajo, ¿qué te hace querer levantarte por la mañana?”. Aquí estamos invocando a sus pasiones. Y sin duda, su cerebro se va a quedar descolocado, porque nadie empieza así una conversación. Pero es una pregunta agradable al mismo tiempo que sorprendente. De modo que va a tener que utilizar su cerebro, y le va a gustar la sensación.
- Y vamos con una tercera idea de pregunta: “¿Estás trabajando en algún proyecto que te apasione últimamente?”. Esta utilízala con personas a las que acabas de conocer sólo si sientes que el contexto lo permite. Por ejemplo, en una primera cita podría encajar muy bien. Sin duda, es también un iniciador de conversación fantástico para utilizar con personas a las que ya conoces. Por ejemplo, te reencuentras en verano con un antiguo conocido o compañero de trabajo, y le preguntas si está trabajando en algún proyecto que le apasione últimamente. Perfecto. Estarás activando su cerebro y le estarás preguntando por algo sobre lo que le encanta hablar, seguro.
Iniciando tus conversaciones de forma descolocadora y no precocinada, vas a conseguir, por un lado, que esa persona no se aburra, porque estás estimulando su cerebro; y por otro lado, conseguirás que te recuerde. Porque te aseguro que unos meses más tarde, cuando te vea, pensará “ohh! Es Sandra, la chica a la que le estuve hablando de mi novela en aquella fiesta en verano”. Y el recuerdo será muy bueno. Imagínate la diferencia entre que te recuerden así o que te recuerden como “oh… la chica aquella que me dijo que hacía frío últimamente”. No… si la conversación fuera sobre el tiempo, no te recordaría. ¡Vamos con el segundo truco!
2: Muestra interés para ser interesante
Esto es algo en lo que les insisto mucho a mis alumnos del Campus de Poder Personal: https://www.30kcoaching.com/poderpersonal260520 Muestra interés para ser una persona interesante, y no aburrida. El investigador de la Universidad de Columbia John Dewey descubrió que hay algo que todo ser humano necesita además de alimento y abrigo. ¿Adivinas qué puede ser? Pues tal y como demostraron sus investigaciones sociales, todos los seres humanos tenemos la necesidad de sentirnos importantes. Tenemos la necesidad de sentirnos especiales, de sentirnos valiosos.
Sabiendo esto, lo que puedes hacer en eventos y fiestas en las que quieras tener un impacto positivo y ser memorable en lugar de aburrido es hacer uso de este conocimiento. Haz que las personas con las que hables se sientan importantes y especiales. Te voy a dar un truco para esto.
Por supuesto, ya habrás asumido que tienes que dedicarte a hacer preguntas en lugar de hablar y hablar y seguir hablando de ti, porque eso no va a hacer que la otra persona se sienta valorada ni especial. Pero no todas las preguntas tienen el mismo efecto en este sentido. El truco es el siguiente: Haz menos preguntas de “qué” y “cuándo” y haz más preguntas de “cómo” y “por qué”.
Por ejemplo, puede estar bien preguntarle a la otra persona qué hace, es decir, a qué se dedica, pero esa es una pregunta de “qué”; no la dejes ahí. Cuando te haya dicho a qué se dedica, pregúntale cómo hace su trabajo, en qué consiste exactamente lo que hace. Es una pregunta mucho más interesante y muestra tu interés de forma mucho más amplia que un simple “a qué te dedicas”, sin más. Además, esta pregunta incita a la otra persona a dar una respuesta más larga, a abrirse más a ti.
Otro ejemplo de cómo podrías complementar una pregunta simple como “a qué te dedicas” podría ser haciendo uso del “por qué”. Puedes añadir algo como “¡Qué interesante! ¿Y por qué has escogido esta profesión? ¿Cómo has llegado a la conclusión de que esta era la carrera profesional que querías para ti?”. Es muy sencillo hacer que la otra persona se sienta especial, y será mejor cuanto más sincero sea tu interés en lo que estás preguntando. De modo que vuélvete una persona curiosa, y jamás serás una persona aburrida. ¡Vamos con el tercer truco!
3: Enfócate al 100% en la conversación
Enfócate al 100% en la conversación y tus probabilidades de ser una persona aburrida caerán en picado. Parece una obviedad, pero lo habrás visto infinidad de veces. Personas que están hablando contigo y, al mismo tiempo, están pendientes de las notificaciones del móvil. O te están escuchando pero, a la vez, están con la mirada nerviosa, atentos a quien entra por la puerta, quien pasa cerca… como si estuvieran buscando la oportunidad de sustituirte por un interlocutor más interesante. ¿Es algo que suelas hacer tú? Confiésate en un comentario, quiero saber si pecas de esto. ¿Sueles perder el foco visual en tus conversaciones?
Da igual que hagas bien todo lo demás, que si tienes la mirada puesta en algún lugar que no sea la persona que te está hablando, esa persona va a percibir al instante tu falta de interés… y eso no gusta, no sienta bien. Evitar esto no tiene complicación, en principio, y en cambio es una de las cosas que más nos cuesta. Nos cuesta un mundo no distraernos. Pero tenlo presente y enfócate al 100% en la otra persona, y tu impacto será poderoso. Vamos con otro truco: el cuarto.
4: Orienta tu cuerpo hacia la otra persona
Orienta tu cuerpo hacia la otra persona. Hay un detalle que puedes probar, y funciona muy bien porque le transmites al subconciente de la otra persona que estás ahí, con toda tu presencia e interés. Y consiste en que coloques tu tronco y tus pies apuntando hacia la persona con la que hablas.
Tal vez creas que la otra persona no lo percibirá, pero te aseguro que su subconsciente sí lo capta. Las personas, de forma instintiva, apuntamos con nuestros pies hacia el lugar al que nos queremos dirigir. Es algo que hacemos inconscientemente, pero ocurre. Estás incómodo en un lugar y te quieres marchar, entonces tus pies apuntan hacia la puerta. Estás en un grupo de personas y te sientes atraído por una de ellas, entonces tus pies apuntan hacia esa persona. Es algo muy delatador. ¡Quinto truco!
5: Asiente con la cabeza 3 veces
Asiente con la cabeza 3 veces. Algo así… Hazlo cuando quieras que la otra persona continúe hablando. Es un truco muy eficaz que transmite que tienes interés, que quieres saber más. Y psicológicamente tiene un efecto muy poderoso. Tú lo haces y la otra persona sigue hablando. No falla casi nunca.
Una investigación llevada a cabo por la investigadora social Vanessa Van Edwards comprobó que, cuando en una conversación, uno de los dos interlocutores asiente con la cabeza 3 veces, el otro acaba hablando entre 3 y 4 veces más de lo que lo habría hecho. Impresionante, ¿eh? Y es justo lo que buscas porque, recuerda, cuanto más hable la otra persona, mejor será su recuerdo de ti.
Prueba a hacerlo, en serio. Imagino que si es la primera vez que te cuentan esto, te parecerá muy graciosa la idea de asentir 3 veces para ver cómo la otra persona sigue hablando. Pero pruébalo. Te va a sorprender ver lo bien que funciona.
Ahora es posible que estés pensando… “sí, está muy bien aplicar ciertos trucos para no ser una persona aburrida, ¿pero esto me va a convertir automáticamente en una persona carismática?”. Pues te van a ayudar mucho a serlo, sí, pero hay varias claves científicamente probadas que te van a llevar directamente a elevar tu carisma. Te las cuento en el vídeo que te dejo por aquí: https://www.youtube.com/watch?v=RACh3aFgPzI Y te dejo también el botón de acceso al Campus de Poder Personal, donde tendrás incluido el Curso Experto en Influencia y Persuasión: https://www.30kcoaching.com/poderpersonal260520
No Comments