Hoy quiero invitar a las mujeres con las que comparto era y momento histórico a luchar.
Independientemente de huelgas o manifestaciones (que también, si queréis) para expresar vuestra disconformidad. Os hablo de luchar de verdad. No hablo de luchar contra nada (que también, si queréis). Hablo de luchar por.
Lucha por lo quieres para ti. No hay mejor manera de ganar poder que queriéndolo, escogiéndolo y ejerciéndolo. No se trata únicamente de reclamar. Se trata de dejarnos la piel por aquello que nos importa. Es verdad, la sociedad nos pone obstáculos más grandes que a quienes no se clasificó como “mujeres”. Y está bien que expreses tu disconformidad con esos obstáculos. Pero puede que para cuando no estén ahí, tú ya te hayas quedado sin fuerzas de tanto gritar. Hoy tienes fuerzas. Grita, si quieres. Pero mira a esos obstáculos a los ojos y sáltalos. Destrúyelos y avanza hacia la vida que has escogido. Es injusto que tengas que saltar obstáculos más grandes. Es cierto, eres realmente la víctima de una injusticia. Pero no te regodees en ese pozo. Lucha. Tendrás que esforzarte más que quienes tienen piedritas en su camino en lugar de muros. Pero puedes saltar esos muros. Necesitamos que saltes esos muros. Todas las mujeres necesitamos que tú saltes tus muros. Porque yo ganaré fuerza para saltar los míos al ver tu ejemplo. Y lo mismo ocurrirá con las demás mujeres que sean testigos de tu determinación. Tú puedes ser la razón por la que mañana una niña escoja perseguir sus propios sueños en lugar de rediseñarlos conforme a las instrucciones de la sociedad. Tú puedes tener un impacto enorme en el mundo. Otras mujeres lo han hecho antes, miles de mujeres lo están haciendo ahora, hazlo tú.
Y en el camino hacia esa vida que quieres para ti, y que mereces, te caerás. Probablemente en mil ocasiones te sentirás tentada a rendirte y amoldarte a la comodidad de ser lo que se espera de ti. Pero entonces fíjate en la niña que está atenta a tus pasos y levántate. Y decide nuevamente no ser quien se espera que seas. Decide ser quien tú quieres ser.
Y en ese mismo camino te encontrarás a otras mujeres que, al igual que tú, luchan, dejando un poco de su sangre en cada nuevo muro que saltan. Cuando te encuentres a una de ellas, para un segundo. Deja a un lado toda esa mierda que la sociedad metió en tu cabeza acerca de que tienes que competir con otras mujeres, pisotearlas. Mírala de verdad porque tú también vives en ella, en la mujer que lucha, porque esa mujer está cambiando el mundo, igual que tú. Juntas estáis cambiando el mundo de cada nueva niña que nace. De modo que cuando te encuentres a una de esas mujeres, pon tus hombros y ayúdala a saltar el muro. Porque cuando ella llegue a su meta, tú estarás un poquito más cerca de la tuya.
Hoy quiero invitarte a luchar, además de reclamar. Porque hay todo un mundo de posibilidades para ti ahí fuera. Y no necesitas pedirlas.
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