Hoy vamos a hablar de confianza y seguridad. Te voy a compartir 3 claves concretas para que puedas transmitir y sentir seguridad en cualquier situación gracias a tu lenguaje corporal. Porque eso te ayudará enormemente a conseguir tus objetivos, ser más carismático e incrementar tu influencia.
Antes de nada vamos a dejar claro a qué nos estamos refiriendo. ¿Qué es la confianza? ¿Qué significa confianza o autoconfianza? Pues es la seguridad que tienes en tu propia capacidad o en tu propia valía. Es la seguridad en uno mismo.
Cuando hablamos de confianza, hay dos elementos importantes a tener en cuenta:
- La confianza externa, es decir, la confianza que proyectas con tu imagen, la confianza que los demás perciben en ti.
- Y la confianza interna, es decir, la confianza que sientes. La seguridad con la que te enfrentas a cualquier situación.
Vamos a incrementar ambas con 3 claves del lenguaje corporal totalmente aplicables desde ahora mismo. En mi Curso Experto en Influencia y Persuasión, mi alumnado trabaja más a fondo toda una serie de estrategias poderosas para transmitir confianza. Encontrarás el curso totalmente incluido en el Campus de Poder Personal, en https://www.30kcoaching.com/poderpersonal Sin embargo, con estas 3 claves tienes ya una buena dosis de poder para empezar tu transformación. Empezamos.

Clave 1: Postura relajada y confiada
La parte visual es extremadamente importante a la hora de transmitir confianza y seguridad. Y un dato que te resultará interesante es que las personas guapas y altas tienen cierta ventaja, porque son automáticamente percibidas como más carismáticas e influyentes. Pero no te preocupes si sientes que no encajas en ninguna de las dos cualidades, porque con el lenguaje corporal adecuado, podrás tener un efecto visual incluso más poderoso que el de las personas con esa ventaja genética.
Las personas seguras de sí mismas tienden a mostrar un lenguaje corporal asimétrico y relajado. Su cuerpo no transmite rigidez, sino todo lo contrario. Se mueven libre y espontáneamente por el espacio, mostrando lo a gusto que se sienten en su propio cuerpo.
Cómo lo conseguimos
Si lo pruebas, seguro que lo sientes al instante. Un buen truco para conseguir este nivel de soltura es que, justo antes de enfrentarte a una situación que te ponga nervioso o te genere inseguridad, te encierres en una habitación (en un baño, si es la opción que tienes), pongas música y bailes. Baila de forma alocada y espontánea. De lo que se trata es de que tu cuerpo se relaje. Después de hacerlo, saldrás al mundo con el lenguaje corporal óptimo para transmitir confianza y seguridad… y no tendrás ni que pensar en ello. Ocurrirá de forma natural.
Deja aire entre las partes de tu cuerpo. Si estás de pie, separa los pies en lugar de apretar las piernas. Si estás sentado, apoya la espalda, ponte cómodo. Evidentemente, sin llegar a la mala educación.
La idea es que tu cuerpo transmita que tú eres el que manda. Generalmente, cuando una persona se siente nerviosa, su cuerpo se comporta como si necesitase aprobación para cada movimiento. Pues tú, todo lo contrario. Deja tu cuerpo libre. No necesitas la aprobación de nadie, tú mandas.
Antes de seguir, cuéntame qué canción pondrás en tu próxima encerrona para bailar en el baño de la oficina. Escríbeme en un comentario el título de la canción con la que sientes que conseguirás distender tu cuerpo para salir al mundo triunfante.
Con moderación
Es situaciones muy formales, tal vez debas moderarlo un poco, pero en situaciones informales puedes ir jugando y probando con diferentes niveles de confianza corporal. Tú mismo te irás dando cuenta de cuándo es demasiado o te puedes estar pasando de despreocupado.
Sin embargo, la despreocupación es importante a la hora de transmitir seguridad. Tu lenguaje corporal debe decir que nada te preocupa. Que estás a gusto, que te sientes en control.
Cuando te encuentres en una situación en la que otra persona tenga cierta ventaja sobre ti, por ejemplo, cuando necesitas algo de esa persona en una negociación, no seas muy obvio con tu necesidad. Es mejor que tu postura corporal transmita que tú estás servido. La negociación será mucho más beneficiosa para ti si la otra parte siente que debe pelear un poco para generar interés en ti, para tener tu atención. Pero insisto: no te pases, no quieres parecer grosero.
Clave 2: El contacto visual de la autoconfianza
El contacto visual tiene su truco. Vamos a hablar de situaciones no corrientes… De situaciones en que quieres llamar la atención de alguien inalcanzable. Generalmente, una mirada esquiva, es decir, el hecho de no mirar a los ojos refleja inseguridad y nerviosismo. Piénsalo… cuando en el instituto te hablaba la persona que te gustaba, ¿qué le ocurría a tus ojos? Que eran incapaces de enfocarse en esa persona, como si al mirarla fuesen a revelar todos tus secretos. Y eso es lo que sentimos realmente cuando escapamos con la mirada: que la otra persona va a poder leernos a través de ellos. Por eso para transmitir seguridad suele ser mejor idea mirar directamente a los ojos.

Excepto… cuando el tipo de confianza y seguridad que quieres transmitir es el de la persona que no muestra interés. Por ejemplo, en el terreno de la seducción. Si sientes que la persona que te interesa está, por alguna razón, fuera de tu alcance… y sobre todo, si sientes que esa persona también considera estar a otro nivel, una buena estrategia es restarle importancia al principio de vuestra interacción. Si esa persona interactúa contigo con humildad, no te va a funcionar la estrategia. Pero si su comportamiento transmite que siente estar a otro nivel, ignórala un poco. No se trata de escaparle con la mirada porque eso transmitiría nerviosismo. Se trata de, simplemente, no darle tanta importancia. Si esa persona está acostumbrada a ser tenida en cuenta, tu indiferencia llamará su atención.
Truco para transmitir confianza y seguridad e impactar
¿Y sabes qué truco específico va a complementar a esta estrategia de forma poderosa? El contacto visual fijo e intenso en puntos clave de la conversación. Y esto funciona muy bien combinado con frases incómodas. Por ejemplo, le estás restando importancia a esa persona que te atrae y, de repente, en medio de la conversación, haces un comentario un poco más provocador mirándola fijamente a los ojos. Mantienes la mirada dos segundos… y vuelves a tu postura de indiferencia.
Insisto: utiliza esto con personas cuya actitud transmite que sienten estar fuera de tu alcance. Si lo haces con personas que realmente están abiertas a tener algo contigo, puedes desmotivarlas con tu indiferencia. Esta estrategia es para provocar lo que no había.
¿Qué ocurre, en cambio, cuando te interesa una persona sin aires de superioridad… una persona sencilla? En ese caso, por favor, no la ignores. La combinación de contacto visual y sonrisa suele ser el mejor cóctel para seducir a casi cualquier persona. Y así, sin duda, también transmitirás confianza y seguridad.
Comunicar una idea con confianza y seguridad
La mirada fija es también extremadamente poderosa para hacer sentir cosas cuando das un discurso o cuando tratas de ser persuasivo exponiendo una idea. Cada vez que digas algo que quieras que penetre el cerebro de la otra persona, dilo con la mirada muy fija. “Es el mejor robot de cocina… del mundo” xD
Si sabes emplearlas bien, tanto la mirada indiferente como la mirada fija pueden ayudarte a transmitir confianza y seguridad.
Lo más importante con lo que te tienes que quedar en relación con el contacto visual es que, en situaciones difíciles, el hecho de no dedicar demasiada atención con tus ojos a la otra persona hace que los puntos en que mantengas contacto visual ganen una poderosísima intensidad. Y tú puedes jugar con eso para utilizarlo en tu beneficio.
Clave 3: La postura impasible
Esta tercera clave es extremadamente útil en situaciones de vulnerabilidad. Por ejemplo, en un debate, cuando se te está evaluando oralmente, cuando recibes una crítica…
De lo que se trata es de practicar la impasividad corporal para evitar reflejar cualquier atisbo de inseguridad. Por ejemplo, tú estás presentando tu idea ante tu jefe o estás exponiendo un proyecto ante tu profesor y compañeros de clase, o estás respondiendo preguntas tras dar una conferencia ante una audiencia. De repente, viene hacia ti decidida a exponerte de forma vulnerable: una crítica.
A los seres humanos no nos gustan las críticas porque hieren nuestro ego, y el modo en que reaccionamos ante las críticas es decisivo en la imagen que transmitimos a los demás. Y lo ideal, por supuesto, es que realmente consigas trabajar con tu ego para que las críticas no te hieran. Si estás en el Campus de Poder Personal, trabajaremos esto también en la Escuela de Inteligencia Emocional, que también está incluida.

Objetivo: la impasividad
La cuestión ahora es que da igual cómo de herido esté tu ego cuando recibas la crítica. Tu objetivo es la impasividad. Si la practicas, se te va a acabar dando muy bien. La otra persona te dice algo que hiere tu ego, y tu impulso va a ser ponerte a la defensiva o, peor aún, ponerte a la ofensiva. E incluso aunque consigas controlar tus palabras… tu cuerpo va por libre, y lo transmite todo. Tu expresión facial de miedo o de ira, tu postura corporal que se va cerrando, tus movimientos de manos, tus pies que de repente apuntan hacia la puerta… Apaga todo eso.
En el mismo momento en que sientes que acabas de chocar contra esa situación que te expone de forma vulnerable, toma conciencia de tu cuerpo y no hagas nada. Déjalo como estaba justo antes de que ocurriera lo que sea que haya ocurrido. Date un par de segundos para pensar mientras tu cuerpo se queda en pausa, y luego, utiliza las palabras del mejor modo posible. La buena educación y el buen humor suelen ser dos ingredientes fantásticos para salir de situaciones difíciles. Pero es importante que tu cuerpo no se haya lanzado a transmitir algo diferente a buena educación y buen humor. Si tu cuerpo sigue transmitiendo confianza y seguridad, la otra persona creerá que así es como te estás sintiendo. Y saldrás airoso del mal trago.
Cuando las personas se ponen nerviosas, generalmente sobreactúan, reacccionan y se mueven en exceso. Con tu impasividad vas a transmitir confianza y seguridad, y también madurez. La combinación ganadora.
Ahora quiero recomendarte que profundices en un aspecto complementario a lo que estamos viendo y que te va a venir fantástico para transmitir confianza y seguridad. Las 5 claves para ser irresistible y parecer más inteligente. Te las dejo por aquí: https://www.youtube.com/watch?v=RjNxDem0Oxo Y te dejo también el botón de acceso al Campus de Poder Personal: https://www.30kcoaching.com/poderpersonal Por un precio simbólico de $12/mes tienes acceso a toda una serie de capacitaciones que te van a cambiar la vida.
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