Hay 2 conductas delatadoras de las personas quejicosas. Te voy a contar cuáles son para que tengas muy claro cómo identificarlas. Y también para evitar caer tú mismo en la quejicosidad. Habla de ello Bernardo Stamateas en su libro Gente Tóxica. Tendrás el enlace al libro en la caja de información. Vamos con las 2 conductas delatadoras de una persona quejicosa:
Conducta 1: Tiene problemas con los demás y vive enojada
Todo problema no solucionado repercutirá en las personas que tiene más cerca. Dice Stamateas que así como nos tratemos a nosotros mismos trataremos a los demás. La persona quejicosa guarda dentro de sí misma hostilidad y enojo.
Tal vez te pase a ti también: quizá fuiste maltratado y manipulado durante años. Y en vez de haber hablado a tiempo y sanado las emociones lastimadas, hoy hieres a los que están más cerca y a los que te ofrecen una nueva oportunidad.
Algunos datos
Don Colbert, uno de los mejores médicos de Estados Unidos, dijo: “Lo que experimentes emocionalmente se convertirá en una sensación física”. Las estadísticas revelan que, sólo en Estados Unidos, por ejemplo, se consumen cada año:
- 5.000 millones de tranquilizantes
- 5.000 millones de barbitúricos
- 3.000 millones de anfetaminas
- 16.000 millones de toneladas de aspirinas
La hostilidad es una emoción que surge de la enemistad, de la mala voluntad. Y se expresa como mal genio, impaciencia o queja constante. Esto te va a sorprender: el 20% de la población posee un nivel de hostilidad que pone en riesgo su propia vida. De cada 10 personas, 2 llevan enojos encapsulados que les afectarán. Y tienen 7 veces más posibilidades de morir de enfermedades del corazón.
A modo de dato curioso, las autopsias hechas a soldados de Corea y Vietnam revelaron que padecían arterioesclerosis producida por el estrés de la guerra. En cambio, mucha gente no estuvo en Corea ni Vietnam pero vive en una guerra constante, peleando con todo el mundo. Y en vez de mirar en su interior y resolver su problema personal, dice “la culpa es tuya” o “la culpa es de aquel”.
Otro dato curioso: En Finlandia se descubrió que la hostilidad es la conducta que más afecta al corazón, comparable con el cigarrillo y el colesterol alto.
De modo que, como decíamos, la primera conducta delatadora de una persona quejicosa es que tiene problemas con los demás y vive enojada, precisamente por causa de esta hostilidad constante.
Vamos con la segunda conducta.
¡Por cierto! Quiero invitarte a que te pases por el Campus de Poder Personal de 30K Coaching. Allí trabajamos a fondo tus competencias personales y sociales para tener en ti mismo y en las personas que te rodean el impacto que tú escojas. Es un lugar interesante para trabajar en ti mismo. Echa un vistazo en https://www.30kcoaching.com/poderpersonal
Conducta 2: Lo percibe todo negativamente
Frente a grandes desafíos, la persona quejicosa lo ve todo negativo y se excusa diciendo: “no puedo”, “no seré un buen padre porque es muy difícil”, “no tengo tiempo”, “no tengo dinero”, “se me da mal”…
Es una persona que vive mirando a los demás como gigantes, como seres imposibles mucho más grandes de lo que en verdad son.
La persona quejicosa se olvida fácilmente del potencial que lleva dentro. Si este es tu caso, ten en cuenta que sólo es tu mente la que piensa así. Tus pensamientos determinan tus acciones y, por lo tanto, tus resultados. Sólo necesitas cambiar tus pensamientos para tener una vida diferente.
Comenta…
Ahora me gustaría pedirte que escribas en un comentario el nombre que le has puesto a este perfil de persona quejicosa. Tal vez seas tú mismo. O tal vez sea un familiar, un amigo, una compañera de trabajo, un vecino… ¿Qué nombre tiene, para ti, la persona quejicosa? No te preocupes, seguro que nunca verá tu comentario.
Y ahora probablemente te estés preguntando qué puedes hacer tú para cambiar a una persona quejicosa. Cómo puedes ayudarla a salir de esa dinámica de comportamiento tan perjudicial para sí misma y para quienes la rodean. Pues te voy a dejar por aquí un vídeo donde te comparto 4 tácticas para cambiar el comportamiento de otra persona de forma efectiva. Ya sea ese comportamiento la quejicosidad o cualquier otro. Y por aquí te voy a dejar el botón de acceso al Campus de Poder Personal, donde vamos a trabajar en desarrollar las competencias necesarias para que llegues a tener exactamente el impacto que tú quieres en tu mismo y en los demás.
1 Comment
Cristina
19 junio, 2020 at 6:23 pmLe he puesto mi nombre en letras luminosas, vaya, vaya, lo único que sé que la culpa no es de los demás, soy consciente que si pasa algo, me miro yo y no miro para fuera, y es verdad que tiendo a pensar en los demás como personas admirables y yo no me creo capaz.
También, es verdad que cuando no te defiendes o no expones tus necesidades y cedes, cedes, hasta que sale la queja, u el enfado, y soy consciente, y como no soy así, me hace sufrir estar así, mucho .