¿Quieres saber cómo aplicar el condicionamiento psicológico para causar una buena primera impresión?
El equipo de investigación llevó a una muestra de sujetos variados a un hotel y alojó a cada persona de esa muestra en una habitación.
La muestra estaba dividida en dos grupos y cada grupo recibiría un estímulo diferente para poder observar su reacción.
Tras pasar la noche en el hotel, por la mañana, los huéspedes del primer grupo recibieron el desayuno en la habitación. Al entrar, el camarero decía “Hola, aquí está su desayuno” y entregaba el desayuno al huésped.
En el segundo grupo ocurría lo mismo. Llegaba el camarero con el desayuno y lo entregaba. Pero en esta ocasión, lo que decía al llegar era “Hola, hoy hace muy buen día, aquí está su desayuno”.
La diferencia entre el iniciador utilizado por el camarero con el primer grupo y con el segundo grupo es que al primero le hizo un comentario totalmente neutro. Y al segundo le incorporó un añadido mínimo donde se daba un toque de positividad. Nada exagerado. Era únicamente el comentario de que hacía buen día.
¿Pues imaginas con qué se encontró el equipo de investigación? Con que el segundo grupo, es decir, el grupo donde se había incorporado el comentario positivo, dio propinas un 27% mayores que el primer grupo. Un 27%. Y únicamente con ese comentario fugaz por parte del camarero.
En este caso, el camarero uso condicionamiento psicológico con las personas del segundo grupo para que su comportamiento hacia él fuera más positivo de lo que habría sido sin ese pequeño impulso.

Nuestras palabras importan. Pero las que importan de un modo especialmente notable son las primeras palabras cuando nos dirigimos a alguien. Esa primera frase, o lo que conocemos como “iniciador”, condiciona por completo actitud de la otra persona en esa interacción con nosotros. Y si es la primera vez que nos ve, todavía más poderoso es el impacto de ese iniciador. Porque no sólo condiciona su actitud en esa interacción concreta, sino también su imagen de nosotros. Y esa imagen se va a quedar en su subconsciente para siempre. Cada vez que nos vuelva a ver, de forma instintiva va a recuperar la sensación que tuvo en su primer encuentro con nosotros. Poderoso.
En nuestro caso, cualquier vídeo que creemos va a ser el primer vídeo que muchas personas ven de nosotros, sobre todo a medida que la audiencia va creciendo a mayor velocidad. Y esto significa que el modo en que nos presentamos ante la cámara al inicio de cada vídeo tiene un potencial de impacto enorme. Vamos a trabajar en esto.
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