Hay infinidad de situaciones en nuestra vida cotidiana en que podríamos hacer maravillas si utilizáramos… “la pausa mágica”. Yo soy Sandra Burgos, y hoy te voy a hablar de cómo utilizar la pausa mágica en tu vida.
El ego
Nuestro ego… Es necesario para sobrevivir, no podemos prescindir de él al 100%. Pero… es un incordio si estamos intentando llevar nuestra vida de forma más o menos inteligente. Nos lo pone difícil, porque todo el rato está tratando de hacernos parecer más perfectos de lo que somos.
Ocurre cualquier cosa a nuestro alrededor que amenaza nuestras preferencias, nuestro estatus, nuestro poder… y el ego se lanza de cabeza. Nos impulsa a manifestar nuestra opinión o a tener algo que decir de forma rápida y reactiva.
Y nuestro ego tiene una mejor amiga que vive dentro de nuestro cráneo: la amígdala. Lo que hace la amígdala es tomar decisiones emocionales y rápidas en situaciones de estrés. Y lo hace sin contar para nada con las zonas de nuestro cerebro que filtran nuestro comportamiento para hacerlo más racional, civilizado… inteligente.
¿Y cuál es el resultado cuando nuestro ego y nuestra amígdala deciden por nosotros? Que acabamos arrepintiéndonos de mil cosas que hacemos o decimos en situaciones de tensión. Y esto ocurre más frecuentemente cuanto menos trabajada tengamos nuestra inteligencia emocional.
Y aquí es cuando entra en acción… la pausa mágica. Es una herramienta que tenemos siempre a nuestra disposición y que podemos decidir utilizarla o no.
La pausa mágica
La pausa mágica es un espacio que decidimos, conscientemente, dejar entre lo que recibimos del entorno y lo que le damos al entorno en respuesta a eso hemos recibido. Esta pausa evita que la respuesta venga directamente de la amígdala. Cuando damos ese espacio, el cortex prefrontal de nuestro cerebro consigue el tiempo que necesita para procesar la información y actuar racionalmente.
Por ejemplo: lo que recibes del entorno es que llegas a casa y, en un despiste de tu pareja, tu hijo pequeño ha pintado con rotuladores la tapicería del carísimo sofá nuevo. PAUSA MÁGICA. Respira, y lo más importante: piensa, racionalmente. Y luego actúa con lo que has decidido que es la respuesta más inteligente y beneficiosa en esa situación.
Hacer uso de la pausa mágica cuando notas que tus emociones están a punto de decidir por ti te permite actuar de un modo que más tarde no tendrás que lamentar. Y si lo haces siempre, en todos los contextos, tu vida será mucho mejor, más equilibrada emocionalmente, y tendrás relaciones interpersonales mucho más sanas.
Hazlo cuando alguien te hable de forma irrespetuosa, cuando alguien te pise un pie o te empuje en el metro, cuando se te meta un coche delante en la rotonda, cuando tu nuevo cachorrito haga pis en la alfombra, cuando un empleado te entregue un trabajo de mala calidad, cuando un jefe te grite, cuando se te queme la comida…
En definitiva… hazlo siempre que veas que tu respuesta a una situación va a ser emocional y potencialmente destructiva.
Es gratis y sólo te hará ganar.
Comenta…
Pásate ahora por la sección de comentarios y cuéntame cuándo fue la última vez que tu amígdala decidió por ti. ¿Qué respuesta tuya emocional lamentas ahora y desearía haber filtrado? Tengo curiosidad por lo que me vayas a contar.
Si te apetece una herramienta física para trabajar interiormente contigo mismo, tus emociones y tu autoconciencia, te recomiendo el Cuaderno de Gratitud de 30K Coaching. Puedes encontrarlo en la tienda online, en 30kcoaching.com/tienda o en Amazon.
Si te ha gustado este vídeo, haz click en “me gusta” y compártelo en tus redes sociales. Y si quieres recibir más entrenamientos como este, cada martes, en tu correo electrónico, suscríbete gratis a mi boletín semanal en https://www.30kcoaching.com/lista
Recuerda que tienes a tu alcance mucho más de lo necesario para ser feliz. ¡La decisión es tuya!
No Comments