Embed HTML not available.
Coaching Personal Inteligencia emocional Lecciones gratuitas

Querida Eva… (Carta A La Sororidad, Carta A Una Mujer)

Querida Eva…

Acabas de nacer y es pronto para que siquiera seas consciente de lo que eres. Eres una mujer. Una versión extremadamente inocente y temprana de lo que quiera que signifique eso de ser mujer.

Tu entorno tardará poco en impregnarte de etiquetas, expectativas, roles, estereotipos e instrucciones acerca de cómo ser mujer. Y ocurrirá algo de lo que quiero hablarte antes de que sea demasiado tarde.

El mundo te dirá que, como mujer, debes enfrentarte a otras mujeres. Que sin conocerlas las considerarás tus enemigas por defecto. Que incluso en la amistad habrá cierta rivalidad. El mundo te dirá todo esto sin decírtelo realmente. Pero fíjate en lo poderoso que es el mensaje, que nadie necesitará pronunciarlo en voz alta para que lo asumas, lo interiorices y actúes conforme a él.

Si esa fuerza tóxica del entorno gana la batalla, competirás con cada mujer que se cruce en tu vida. Nunca tendrás muy claro cuál es ese fascinante premio por el que estás compitiendo en realidad. Si te paras a pensar en ello, tendrás alguna vaga sospecha de por qué compites. Pero como te considerarás un chica inteligente, descartarás cualquier hipótesis que signifique que compites por algo que no merece la pena… porque reconocer que tu rivalidad no tiene fundamento implicaría reconocer que te has dejado manipular por esa fuerza instructora que te ha impuesto esta lucha. De modo que taparás tus ojos y oídos y seguirás enfrentándote a cada mujer como si hubiese una razón genuina para ello.

Escúchame sólo un momento porque esto es importante. No necesitas luchar. No hay absolutamente ninguna razón que justifique el odio, la enemistad, el enfrentamiento con otras mujeres. Cada mujer que encuentres en tu camino es un ser maravilloso. Párate un segundo y obsérvala. Ella también lucha por miedo a perder la recompensa que nunca llega. Mírala a los ojos y decide tú, independientemente de lo que decida ella, que no vas a competir. Decide ser su igual, su hermana, su amiga, su aliada. Decide sustituir la envidia por admiración, las críticas por apoyo, la lucha por amor.

Porque ese enfrentamiento no es obligatorio. Puedes revelarte y amar lo que se te dice que debe ser odiado. Abrazar lo que se te dice que debe ser destruido.

Querida Eva…

Confío en ti. Y espero que cuando crezcas no olvides que todo, absolutamente todo lo que agradeces tener en tu vida, lo tienes gracias, puede que a varias, pero al menos a una… mujer.

You Might Also Like...

1 Comment

  • Reply
    Reina Graciosi
    6 febrero, 2018 at 6:00 pm

    ¡Hermosísimo y muy nutritivo mensaje! Cuanta verdad encierra… vale la pena compartir más que nunca… ¡Gracias Sandrita por tus maravillosos aportes!

Leave a Reply